miércoles, 11 de abril de 2012

Videojuegos: poner límite.


Es una cuestión de sentido común. Antiguamente (siglo pasado) los chicos tenían que dividir el tiempo de estudio y de juegos. Hoy también. Lo que cambiaron son los juegos. 

A la hora de poner límites, el problema es cómo hacer si no están en casa ni el padre ni la madre. Dependiendo de las edades, se puede encargar a un hermano mayor o a la persona que cuide a los más pequeños que controle el tiempo. ¿Cuánto tiempo? No más de una hora. Mejor si son cuarenta minutos. Siempre es preferible colocar el tiempo de estudiar antes de jugar o ver la tele. El tiempo de televisión se "come" literalmente la capacidad de concentración. En el caso del juego depende de la estructura del mismo. Si el juego requiere una interacción con cierta dosis de creatividad, puede ser positivo, pero en muchos casos tampoco ayuda. 

Claramente, entonces, el estudio o deberes primero y la tele o los juegos después. Lo ideal es tener horario fijo y lograr el hábito. 
  • Si es TV: tener elegido de antemano un programa concreto, todos los días a la misma hora, ayudará en muchos aspectos (selección del mejor contenido disponible y generación del hábito). 
  • Si es juego: acordar con ellos el tiempo de juego y controlar los contenidos de los videojuegos (consolas, celulares o Internet) a través de los sistemas de clasificación disponibles y de la crítica especializada. 


Dónde encontrar consejo: 

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